El esqueleto y el fantasmaEscrito entre 2014 y 2018, en dos ciudades y con referencias a los lugares de su infancia, El esqueleto y el fantasma surgió como un cuaderno de trabajo donde se recogían materiales relacionados con la práctica artística y el descubrimiento de una nueva ciudad, Berlín. En 2015, ya instalada en Barcelona, el proyecto obtuvo una beca de investigación del Macba, y aquellos cuadernos iniciales se fueron convirtiendo metódica y lentamente, incorporando y descartando materiales, en este libro en el que Silvia Cosío plasma las ideas, indicios y revelaciones, a menudo casuales, que de forma reiterada le asaltan en sus jornadas de trabajo como pintora. En ocasiones se trata, usando la expresión de Deleuze, de sus «pequeños asuntos domésticos» relacionados con el arte y la identidad. Asuntos que se convierten en juegos de comparación cuando indaga en las biografías de algunos creadores a los que admira; también cuestiones relacionadas con la supervivencia diaria y el entorno creador. Y siempre como runrún de fondo el análisis de la razón de ser, y el cuestionamiento de la construcción del relato, o cómo nos inventamos como sujetos a través de una serie de discursos que nos preceden. El cuerpo del proyecto, construido a partir de una miscelánea textual que va desde la lírica, la prosa creativa de referencia personal, la fotografía, la pintura o el collage, se combina con apuntes y citas de otros artistas, filósofos o escritores que, inevitablemente, retoman voces que pertenecieron a otros.
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San JuliánGUSTAVE FLAUBERT, SILVIA COSÍO, MARCEL SCHWOB , FRANCISCO FERRER LERÍN
Prólogo de Francisco Ferrer Lerín En este libro singular, fruto del diálogo entre el arte y la literatura, se incluyen textos e imágenes dedicados a la figura de Julián el Hospitalario. La leyenda del santo cuenta con varias versiones que van desde la narrada en La Leyenda Dorada hasta el relato de Gustave Flaubert incluido en sus Tres Cuentos. En el prólogo, escrito expresamente para esta edición, Francisco Ferrer Lerín desarrolla los tres elementos capitales que él ve presentes en todas las variantes de la leyenda: la profecía entendida como maldición inevitable, el cruce de un río como origen de singulares acontecimientos y el furor cinegético. A continuación, un texto de Marcel Schwob, gran admirador de Flaubert, aborda todas las fuentes que recogen la vida del santo al tiempo que señala, como preámbulo a la lectura del mismo, la originalidad del relato del genio francés. Porque el Julián de Flaubert, lejos de ser un arquetipo impersonal, se concibe desde temprano como una figura contradictoria, preso de pasiones y de culpa. Si desde niño crece en él la pulsión por la sangre, ese afán de matar no es otra cosa que el reverso o la cara oculta de la santidad. “La leyenda de San Julián el hospitalario” del propio Flaubert cierra esta primera parte del volumen.
Usando como inspiración principal este relato, la artista Silvia Cosío ha pintado una serie de 16 óleos y compuesto un cuaderno final de citas e imágenes referidas a los grandes temas que, como bien apunta Ferrer Lerín, plantea la leyenda: la profecía y el destino, el tránsito y la sangre. VIDA DE SAN JULIÁN EL HOSPITALARIO «En síntesis, Julián era un caballero apasionado por la caza. Un día el ciervo perseguido por él se vuelve y le habla para anunciarle que el mismo Julián matará a sus padres. Horrorizado, se marcha de su casa para evitar ese fatal destino, se casa en tierras lejanas y se instala en un castillo. Entretanto, sus padres recorren el mundo buscando a su hijo desaparecido y un día llegan al castillo de Julián cuando él está ausente y los recibe su esposa, quien los instala en su lecho conyugal. Regresa Julián mientras su esposa ha ido a misa y, al hallar dos cuerpos acostados en su habitación, los decapita y se cumple el fatal presagio del ciervo. Como penitencia, Julián construye un hospital para peregrinos, por el que un día pasa Cristo bajo la apariencia de un leproso a quien Julián acoge y de quien recibe el perdón». (Luis Monreal, Iconografía del cristianismo). |